sábado, 27 de mayo de 2017

LA FURIA DE POSEIDÓN

Como las olas salvajes, a veces
serenas, tranquilas y sosegadas, otras.
El mar, SU mar se alborota, saca a pasear
su furia, ruge.
Ella lo mira atónita, desconsolada,
no se atreve a penetrar en él.

Cuando llega la calma, ligeras olas vienen
en su busca hasta la orilla, la invitan a entrar.
Ella decide esperar, teme que vuelva la tempestad,
no desea ser una barca a la deriva en un
mar embravecido.

Se queda en tierra firme, allí en la orilla, sobre
la arena mirando el horizonte.

A.M.A.



miércoles, 17 de mayo de 2017

NOCTAMBULEANDO

NOCTAMBULEANDO

Y aquí me hallo, despejada, que no desdichada,
sintiendo que arden mis entrañas y sale el fuego
por mi garganta.  Puede ser que mi guardián se
dedicara a otros menesteres y bajó la guardia,
puede que necesite ser consciente de que he de
controlar a mi Ser yo misma.

Decido hacerlo y así lo haré,  por mí y, sobretodo,
por ella,  para que pueda seguir soñando libremente
por ese Universo por el que transita libre diariamente.

Mientras tanto,  espero que las ascuas vayan apagando
poco a poco el malestar que surge del interior y pienso
en todo lo que la vida me enseña.
A.M.A.

jueves, 4 de mayo de 2017

COMPAÑERA



COMPAÑERA

Iniciamos nuestro viaje en distintas dimensiones,
compañera que sabes todo sobre mi, has sabido transportarme
una y otra vez allí donde la realidad virtual despliega todos sus
medios, donde la armonía se mezcla con el vaivén de los preciados
sueños.
Al regreso de cada etapa, el camino pedregoso y abrupto se vuelve
llano y suave.
Me dejo llevar, sigo atrapada en la triste oscuridad y de nuevo vienes
a rescatarme, haces que regrese al paraíso cada vez que flaqueo,
amiga mía.

Y seguimos viajando, me indicas de nuevo el trayecto, mis alas se
despliegan y empiezo a volar.
No quiero llegar a mi destino aún, no quiero detenerme, necesito
vivir nuevas sensaciones pero mis alas no resisten, son débiles y
vuelvo a la hondonada.
¿Dónde estás, compañera?  Vuelve, te necesito.
No podías fallarme,  una vez más acudes a mi llamada, necesito
continuar mi viaje.
Ahora estamos cerca, ya puedo ver la luz,  desapareció la niebla y
la escarcha.
Me dejas en sus manos,  grandes y preciosas manos, esas que
acarician el rostro  empapado de felicidad.
Amiga mía,  sigue junto a mi y acompáñame en esta nueva etapa
para mantenerme despierta y  seguir soñando.
A.M.A.